La
visualización creativa no es más que nuestra imaginación aplicada a cualquier
objetivo que deseemos lograr. Es como cuando soñamos despiertos: nos imaginamos
o nos proyectamos en un lugar en el que deseamos estar, por ejemplo, en la
montaña, en la playa, en otro país... O cuando nos anticipamos mentalmente a
una situación, por ejemplo, cuando tenemos que hacer una presentación en el
trabajo, o vender algo y nos imaginamos haciéndolo antes de que realmente
suceda.
En
este sentido, hay que hacer notar que los recuerdos son también una forma de
visualización, puesto que al recordar, imaginamos una situación: volvemos a
"verla" y a sentir lo que sentimos en el momento en que tuvimos
aquella experiencia.
Sin
embargo, esto no es una visualización creativa.
La visualización creativa es aquella en la "creamos" una realidad subjetiva, que no hemos vivido antes. Es este tipo de visualización creativa es la que nos ayuda a conseguir nuestros objetivos, ya sean referentes a la salud, a la prosperidad, a la mejora de nuestras relaciones o a cualquier campo en que la queramos aplicar.
La visualización creativa es aquella en la "creamos" una realidad subjetiva, que no hemos vivido antes. Es este tipo de visualización creativa es la que nos ayuda a conseguir nuestros objetivos, ya sean referentes a la salud, a la prosperidad, a la mejora de nuestras relaciones o a cualquier campo en que la queramos aplicar.
Para que podamos ejercitarnos y ver resultados al
poner en práctica la visualización creativa te recomiendo los siguientes
pasos...
- Piensa
claramente en lo que quieres lograr.
- Define
tus metas.
- Fórmate
una imagen mental de lo que quieres lograr y visualízalo en tu mente.
- Invierte
cierto tiempo diariamente en 'soñar despierto'.
- Cuando
sueñes despierto, relájate, respira profundamente y disfruta el momento.
- Usa tu
creatividad para crearte una imagen mental lo más detallada posible de lo
que quieres lograr.
- Al
visualizar lo que quieres lograr intenta usar todos tus sentidos en
la imagen mental de lo que deseas.
- Añádele
a tu visualización los sentimientos que crees que te provocará el alcanzar
lo que quieres.
- Invierte
como mínimo 10 minutos dos veces al día en este ejercicio de
visualización.
- Persevera.
No desistas en visualizar hasta que comiences a actuar hacia lo que
quieres lograr.
- Permanece
con una actitud positiva, sentimientos positivos, emociones positivas y
por supuesto palabras positivas.
- Mantén
tu mente abierta y alerta para que puedas ver, descubrir y aprovechar las
oportunidades que se presenten para lograr tu objetivo.
- Nunca
uses el poder de la visualización para dañar a nadie y menos a ti mismo.
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